Hoy abrió sus puertas en DecoCity nuestra más reciente oportunidad de equivocarnos: Un restaurante con historia ancestral:  El nieto de una cocinera de Benito Mussolini, se enamora de Guatemala y decide abrir un restaurante. La ironía es que el cocinero -un refunfuñón que apenas habla español- funda un restaurante, no para los clientes guatemaltecos, sino para él mismo. Un lugar con fotos de familia, recetas secretas y tradicionales, con mesas y sillas usadas (pues no alcanzó la cobija para nuevas), con música italiana...cada detalle es espontáneo, y está puesto ahí no para el deleite de los comensales, sino para hacerle sentir a él que abuela, patria y familia, están aquí con él, en Guatemala.
 
El brief fue realmente brief: "Nos recomendaron muy bien a garcía+robles. Queremos contratarlos para que creen un restaurante italiano para nosotros. ¿Alguna duda?". Justo el tipo de proyectos con el que todos soñamos, un cliente que nos contrata para dejarnos hacer nuestro trabajo. Primero, La historia y los nombres. Luego de una ronda interna donde perdieron la vida al menos 50 opciones, propusimos al cliente una serie de nombres ya con su traducción visual a ensayo de logo. (aquí algunos de ellos)
Para explicar el concepto de la experiencia que buscamos crear, recurrimos a referencias de arquitectura de las pizzerías europeas. Oh sorpresa. Las tradicionales pizzerías italianas son el equivalente de los comedores de la 20 calle en Guatemala. No tienen "arquitectura", sino que están y se adaptan a casas y construcciones pre-existentes. Entonces arquitectura provincial europea de mitad del siglo pasado fue la elección obvia, pues si la mayoría de recetas de la familia venía de la época de Mussolini, lo mejor era ponerles de guarnición detalles que hicieran sentir al chef, que su abuelita estaba por aparecer en la cocina horneando un poco de pan. (Sí, en Tarantella se hornea el pan y se hacen las pastas a mano -precisamente, como lo hacía la nonna- . 
Este fue uno de los primeros garabatos de la fachada de Tarantella. Nuestra idea fue insertar un volumen completamente disonante a la arquitectura de todo el Centro Comercial. Una replica de una fachada de casa-pizzería, sin pedir disculpas, surgiendo sin tapujos, sin inhibiciones. Creando desde el primer segundo, un espacio aparte. Un espacio propio. 
Y luego, el casting de props...o mejor dicho, el rescate de muebles. Muebles que estaban muertos, resucitaron gracias a Tarantella. Si estamos tratando de reconstruir para el señorcito cocinero el espacio que tiene vacío en su corazon, sería una estupidez ir a buscar muebles a una tienda de muebles. Luego de un tour gigante, por diferentes pueblos, mercados y anticuarios logramos juntar una muestra bastante pura de mobiliario viejo -no antiguo- usado, golpeado, acogedor y sumamente romántico.
Hacer más que el diseño gráfico del menú: Diseñar el contenido del menú (el de las fotos de abajo, todavía era un boceto). Hicimos una búsqueda mundial para asegurarnos que las recetas tradicionales fueran las más auténcias de las muchas regiones italianas. Luego, simultáneamente trabajamos como locos en la parte de diseño sin diseño. No podemos crear un restaurante que sea medianamente auténtico, si lo sobre-diseñamos. Es una línea delgada que jamás debemos cruzar, a riesgo de que al hacerlo, nuestro restaurante "de nieto de cocinera de Mussolini" se convierta en "pizza pizza". (hablando de la pizza. La pizza auténtica NO es redonda).  Diseño sin mucho diseño. Pero ojo. No estoy hablando de nuestro amadisimo diseño "less but better" diseñar sin diseñar es un deporte extremo (todos los diseñadores deberíamos probarlo alguna vez) No siempre sale bien, pero me refiero a diseñar, sin que se sienta tan profesional, pero que tampoco se vea chusco. No importa. Ese es el tipo de diseño de Tarantella. Dicho sea de Paso, el nombre elegido fue Tarantella (nosotros teníamos nuestra debilidad por Paesano). Pero bueno Tarantella es:
Y luego la parte de diseño arquitectónico. Pisos, estanterías, cuadros. escaleras de caracol. Libros viejos. Vino. Silas usadas, papel tapiz importado por nuestros amigos de Filamento, flores y fogata para las noches de frío. En el camino quizás sacrificamos un poco de fealdad-bella, pero el ambiente final iba agarrando forma. Y nos iba gustando. Mucho.
 
Tarantella abrió hoy sus puertas. Y pensar que hace 6 meses era todavía un trozo de imaginación. Estamos muy orgullosos del resultado. Estamos sobre todo agradecidos por el tipo de clientes con los que hemos diseñado trabajar. Son grandes. 
 
Crear una marca desde cero no es solamente buscar una referencia linda en websites o elegir un color lindo con un tipo de letra funky. Hay que leer, hay que salir a aplanar calles -como decía mi abuelita- leer, consultar libros, hablar con las personas, etc. Hay que entender la esencia de la personalidad de la marca que estamos creando, o nos puede salir un zombie. Crear una marca, tampoco es hacer todo esto que nosotros ya hicimos. Una marca es un intangible, que sólo puede "crearse" a través del tiempo. Una marca es la relación. Una marca es reputación. Lo sabemos. Pero nos gusta pensar que éste, es un buen comienzo para Tarantella. Ciao!
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